viernes, 2 de noviembre de 2012

Un año después



Hace hoy justo un año que empecé este blog. Recuerdo que era de noche y llovía mucho, tanto que mi corazón se humedeció y acabó empantanándose de imágenes sublimes que remitían a la muerte de mi padre y a las huellas que en mí dejó su ausencia grávida. Esa noche, mientras escribía, escuché en mí los pasos de un niño huérfano avanzando por una espesura de olvidos y deserciones.  Delante de mí cruzaron los ojos de una sombra que me miraba sin reconocerme y la luz de una tarde olorosa a manzanilla en la que sentí el abrazo de mi madre. Al terminar la entrada percibí un murmullo de niños labrando mi conciencia, unas palabras teñidas de un fulgor que pertenece a un mundo clausurado.

Hace justo un año, digo, comencé a escribir este blog. Desde entonces han pasado en mi vida muchas cosas; algunas de ellas ciertamente negativas: mi desencanto es mayor, mi soledad hoy contiene más barro, más lágrimas y ortigas. Pero también es verdad, por otro lado, que un año después he aprendido que en mi vida caben no más de un puñado de personas: mi mujer, mis hijas, una parte quizá de mi familia y un número ínfimo de amigos verdaderos. Y, a la vez, también caben las nubes de mi tierra, un par de caminos que siempre llevan a mi niñez, las letras escritas en el adiós de algunas tumbas, el silbo de un mirlo (al que voté en las elecciones), un puente dormido, la muerte de mi padre -siempre llena de vida- y la lluvia, ese temblor del otoño escribiendo en mis ojos la humedad de un espacio perdido que he reencontrado aquí en mi blog, resucitando colores desvaídos, sonidos cruzados por la lentitud del agua cayendo en las gárgolas de mi corazón, en los solitarios campos de mi espíritu que, un año más tarde, después de algunas lluvias se sigue llenando de árboles, de frío, y de voces lejanas que aún me dicen que estoy solo, pero, a la vez, más feliz y acompañado por la humedad de unos labios que no fallan, en los que, cada día, hallo mi abrigo.

3 comentarios:

Conrado Castilla dijo...

Desde que comenzaste este blog lo he seguido y asi puedo leer de primera mano lo que escribes. Sigue asi y podremos seguir disfrutando de tus cosas. Un abrazo.

luis alonso dijo...

Enhorabuena por ese año cumplido, Alejandro. Aunque la enhorabuena en realidad es para tus lectores amigos. Como pequeño detalle de aniversario te escribo aquí el título de ese poema de Luis Rosales que yo cito de memoria (aunque alterado, o sea, mal) siempre que llueve y puedo hacerlo: "En la noche final de la ausencia el poeta piensa en la amada y la lluvia [que] los une."

Alejandro López Andrada dijo...



Muchas gracias, amigos Conrado y Luis Alonso, por vuestra felicitación y por el ánimo que me dais con vuestros comentarios. La verdad es que es un lujo para mí tener lectores de vuestra calidad humana y vuestra sensibilidad. No es díficil escribir sabiendo que siempre hay personas, como vosotros, que esperan la luz, o la sombra, de mis palabras en este pequeño rincón donde habita un trozo de mi soledad, de mi espacio más íntimo. Recibid un abrazo cálido de vuestro amigo.